#trans_formandome
El mundo del maquillaje no fue ajeno a mí, crecí con dos grandes mujeres, poderosas, inteligentes, y, además, desde mi perspectiva, hermosas, mi madre y mi hermana, y así, después de mucho tiempo de reprimir mi ser, me comencé a maquillar, y poco a poco, descubrí el mundo de las Drag Queens, personas que arrastran sus vestidos y arrasan con el escenario del mundo LGBT+ nocturno con performance que incluyen desde lo visual hasta lo auditivo y sensitivo.
Yul Figueroa es un estudiante de la licenciatura en Biología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco en México y actualmente se encuentra cursando el segundo trimestre de su carrera.
E-mail: figueroa.oro@gmail.com
Twitter: @yuloryuly
Para mí, el Drag es todo lo anterior y más, pues con él puedo expresarme, expresar mis emociones, la dramatización de mi persona, puedo conectar mi feminidad, mi masculinidad y mi androginismo perfectamente, incluso, puedo darme el lujo de no ser humano. Puedo ser una reina que arrasa con la noche, una inalcanzable diva o incluso un payaso, en el circo de la pena y la agonía.
Llevo quizá, poco más de 2 años expresándome de esta forma, en este país que es misógino y homofóbico.
Me ha costado no destacar negativamente, sin embargo, ni la discriminación, ni las miradas, han dejado de lado mi objetivo: lograr ser una gran Drag Queen, transmitir desde mi arte la transformación de mi ser, y quizá y algún día, llegar a ser un gran investigador en temas de Género y sexualidad.
La sociedad es dura aún con nosotras y nosotros, quizá por desconocimiento, quizá por un rechazo internalizado, pero desde mi perspectiva, es nuestro deber como personas LGBT+, mostrar quiénes somos, qué representamos, pero más importante: ¡Que estamos! Y que no retrocederemos, somos personas, y merecemos derechos.
Yul Figueroa